En un final de Liga de infarto, el Granada CF ha conseguido lograr el objetivo de permanecer un años más en Primera División, una categoría a la que había logrado regresar con tantos esfuerzos después de muchos años.
Así que la ciudad de la Alhambra podrá disfrutar de un año más entre la élite de la mejor liga del mundo, aunque sufriendo mucho.
El partido de la última jornada en Vallecas adquiría tintes dramáticos. La derrota del equipo andaluz podría haber significado su descenso de no ser por la combinación de resultados en los otros campos, una carambola infernal que acabó condenando al Villareal en una de esas jornadas que los futboleros llaman «tarde de transistores».
Pero sin duda una de las grandes bazas del Granada para lograr este éxito ha sido su afición, que ha llenado el estadio de Los Cármenes en casi todos los encuentros de la temporada convirtiéndolo en uno de los más bulliciosos y animados de Primera, además de una complicada plaza para los visitantes.
Toda la ciudad salió el domingo por la noche para celebrar este triunfo como si de un título se tratara, llenando todas las calles del centro con un ambiente y un colorido excepcional. Granada puede respirar aliviada y pasar un verano tranquilo sabiendo que, al menos durante un año más, el equipo de su ciudad es de primera.