En un lugar tan visitado como Granada, la seguridad de los turistas es una cuestión capital para la imagen y la economía de la ciudad. Y en este sentido, el trabajo de la Unidad de Policía Turística de Granada, integrada por agentes con conocimientos en idiomas y patrimonio, arroja unos resultados impecables.
En sus seis primeros meses de funcionamiento, la policía turística ha resuelto 8.027 consultas de turistas relacionadas con temas de seguridad e información, con un balance muy positivo de sus actuaciones.
Granada recibe cada año a cinco millones de visitantes, un tesoro que hay que cuidar con iniciativas como ésta. Para atenderles debidamente, los agentes cuentan con información actualizada sobre los itinerarios turísticos, monumentos, restaurantes y hoteles que puedan interesar al visitante, además de facilitar los trámites para que los visitantes puedan interponer denuncias en caso de robo o incidencia sin tener que afrontar largos y engorrosos trámites.
Los agentes, uniformados o no, que suelen patrullar en los lugares más concurridos, como Puerta Real, el Albaicín o la plaza de las Pasiegas, haciéndolos más seguros. Los turistas pasean con más confianza y los vecinos agradecen su presencia.
La mayoría de las consultas han estado relacionadas con cuestiones de hostelería, como la búsqueda de algún lugar donde comer productos típicos; así como con actividades culturales y el ocio. Por suerte, los casos en que los turistas se han acercado a los agentes para asuntos administrativos, como puede ser un robo o la pérdida de la documentación, han sido mucho menos habituales.
Desde que esta unidad se pusiera en marcha, los agentes han seguido formándose en idiomas, especialmente inglés y francés. También han seguido instruyéndose en materia cultural y de patrimonio para poder ofrecer un buen servicio a los turistas.