Cuando, a finales del siglo XIX, Granada se llenó de poetas y artistas llegados de toda Europa, empezaron a proliferar los cármenes y otros espacios ajardinados con vistas a La Alhambra. Todo el mundo quería tener el mejor mirador desde el que contemplar la belleza y majestuosidad del Palacio Rojo de los nazaríes.
Ahora en marzo hay una razón de más para entrar en la Alhambra: poder asomarse a su mirador romántico, de estilo neogótico, que acaba de volver a abrirse al público todos los martes, miércoles, jueves y domingos de 8:30 a 20:00 horas. Este mirador permanecía cerrado por motivos de conservación, ahora bastará sólo con presentar la entrada general para acceder a él.
Lo encontraremos al final de la Escalera del Agua, en la cota más alta del recinto del Palacio del Generalife. Fue obra de Jaime Traversa, que en 1836 era administrador de la finca, entonces propiedad de los Marqueses de Campotéjar. Se cree que se levantó en las ruinas de un viejo oratorio musulmán.
La razón por la que este mirador fuera hasta hace unos días solamente visitable por fuera se debe a que necesita una vigilancia especial. Su tamaño hace que no pueda recibir a una masa de turistas como la que pasa normalmente por la Alhambra, así que se reserva, como mucho, una vez al año, para marzo o abril.
Si te decides a viajar a Granada, visitar la Alhambra y acercarte a su mirador, el mejor momento sea tal vez el anochecer, que a comienzos de la primavera, con los árboles sin alcanzar todo su esplendor, permite unas vistas excelentes no sólo del monumento, también del barrio del Sacromonte o de San Miguel el Alto. Una vista señorial que se quedará grabada en tu retina para siempre.