En un emplazamiento privilegiado, dominando la costa de Almuñécar y sus playas, ya los antiguos griegos y cartagineses hace más de dos mil años decidieron levantar aquí una fortaleza, le germen del futuro Castillo de San Miguel que hoy luce poderoso y elegante recortado en el horizonte de la Costa Tropical de Granada.
Es durante el esplendoroso periodo musulmán, en concreto durante la dominación nazarí, cuando el castillo toma su aspecto actual. Fue una temida cárcel y mazmorra donde acabaron sus días ilustres personajes como sultanes destronados, ministros caídos en desgracia o jefes militares vencidos.
Hoy visitar el Castillo de San Miguel es hacer un apasionante viaje en el tiempo recorriendo la historia de Granada y su provincia. Sus impresionantes muros, sus torres, su foso y su puente levadizo parecen sacados de alguna película. Un lugar ideal para visitar con toda la familia y excitar la imaginación de grandes y pequeños.
Por desagracia no podemos decir que este monumento histórico se halle en un estado de conservación óptimo. Hay diversos proyectos de rehabilitación en marcha pero la crisis los ha dejado en suspenso. Aun así, vale la pena visitar esta fortaleza, sobre todo si estamos de ruta por el sur de la provincia o alojados en alguno de los hoteles de la localidad de Almuñécar, un destino muy recomendable para las vacaciones de verano.
El castillo s eiubica en el Barrio de San Miguel de Almuñécar y abre todos los días excepto los lunes. La entrada general cuesta 2,35€ (niños y jubilados 1,30€) y con ella podemos visitar también el interesante Museo Arqueológico de la localidad, que se encuentra en el interior del castillo.